Al final de mi vida


Un pedazo de tierra, para posar mi planta
Y una huella sabia que conduzca la mía.


Un Rincón en el Cielo donde anidar mis ansias,

con una estrella, para saber que Tú me miras.


Sobre mi frente un techo;

bajo el techo una llama;

un pan que nunca falte y una esposa sencilla.


La esposa como el pan: alegre, buena, cálida.

El pan como la esposa: de suavidad benigna.


Un amigo y un libro.


Salud, pero no tanta, como para olvidar

que he de morir algún día.


Un hijo, que me enseñe que soy Tu semejanza.


Sosiego en el espíritu.

Gratitud en el alma...

Eso pido, Señor... y al final de mi vida...

Dártelo todo a cambio de UN POCO DE ESPERANZA...

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