El XX aniversario de este documento nos permite recordar enseñanzas muy actuales, porque el mundo necesita, hoy más que nunca, la acción de fermento de hombres y mujeres comprometidos en su fe católica.
Christifideles laici está dividida en una introducción y cinco capítulos que giran en torno a las imágenes bíblicas de la viña. Una viña que es propiedad de Dios. Una viña en la que los hombres son invitados a trabajar. Una viña en la que sólo da fruto el sarmiento unido a la vid.

A lo largo del documento aparecen muy bien trabadas las enseñanzas del Vaticano II, las proposiciones aprobadas por el *Sínodo de 1987, y otras reflexiones y documentos, especialmente de Pablo VI y del mismo
Juan Pablo II.

La introducción evidencia la continuidad respecto del Vaticano II, y las novedades históricas que se habían producido en los últimos 20 años.

El capítulo I explica qué es el laico y en qué consiste su dignidad: la que recibe de Dios gracias al bautismo.

El capítulo II profundiza en la inserción del laico en la Iglesia, y ofrece una serie de claves para comprender las diversas asociaciones desde las cuales los bautizados participan en la vida eclesial.

El capítulo III aborda el tema del papel de los laicos dentro de la Iglesia misionera.

El capítulo IV presenta las distintas vocaciones o situaciones en las que se desarrolla la vida del laico, desde la niñez hasta la ancianidad, en la salud y en la enfermedad, y en la rica y complementaria distinción entre hombres y mujeres.

El capítulo V exhorta a cultivar la relación entre cada bautizado y Cristo, como el sarmiento se une a la vid.

*el sínodo de los Obispos o sínodo episcopal es una asamblea de Obispos escogidos de las distintas regiones del mundo, que se reúnen en ocasiones determinadas para fomentar la unión estrecha entre el Romano Pontífice y los Obispos.

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